martes, 8 de junio de 2010

Hacia una didáctica de la Filosofía en el Nivel Medio Superior:
De la instrumentación a la evaluación

Hablar de educación hoy día nos refiere considerar un fenómeno complejo; a lo cual, se consideran diversos factores y múltiples dimensiones que se recobran en el proceso educativo en cuestión de la gestión educativa, políticas educativas, planes de estudio, práctica educativa, sistema de tutoría, entre otros; que van acorde con la demanda política-económica-social del contexto।

En la práctica educativa, tema que nos compete a docentes y estudiantes son protagonistas de la educación. El primero, el docente y la aplicación de programas de estudio, tal vez nos veamos reflejados en alguna de las situaciones siguientes en el momento de la enseñanza, como docentes en clase no dejamos de hablar, hablamos con categorías filosóficas, hablamos de un tema y saltamos a otro, el tiempo se acabó y no terminamos la actividad planeada si es que la planeamos, se aburre el profesor, se aburre el estudiante, se acabó el semestre y me faltaron algunos temas por dar a lo que podemos responder “así que se vallan”. Si algo como esto nos ha pasado no es de avergonzarse, ni que alguien nos esté señalando por nuestro actuar docente, sino que puede ser el primer paso para hacer consciente nuestra práctica educativa, es decir, qué estoy haciendo y cómo lo estoy haciendo, es ver, escuchar y sentir lo que pasa a nuestro alrededor en el momento preciso del acto educativo. Y el otro protagonista el estudiante en el momento del aprendizaje, es pasivo, absorbe lo que el profesor dice y manda, no pregunta, todo lo entendió pero reprueba el examen, no tiene la habilidad de llevar a la práctica lo aprendido y mucho menos lo relaciona con su realidad.
No trato de hacer una descripción del acto educativo, sino, tomar estas situaciones como ejemplo de lo que nos puede suceder como docentes y estudiantes desde cómo concebimos y llevamos a la práctica el acto educativo. Como una alternativa para evitar este tipo de situaciones, en donde nos conducimos al fracaso escolar que se ve reflejado en el rendimiento académico de los estudiantes y por mencionarlo de una manera más fría en estadísticas de avance académico, contamos con la didáctica, la cual, en su concepción etimológica es criticada por Elvia Villalobos, ya que, para ella va más allá de enseñar por que la considera como un proceso de dar y recibir a lo cual menciona:
La didáctica al ser una ciencia con carácter teórico-práctico se ocupa del estudio y dirección del proceso enseñanza aprendizaje, aportando los medios para conducir al educando a los fines educativos deseados...1
Así, la didáctica es el medio para la realización de la educación como proceso, la cual, al ser una ciencia tiene tres campos de conocimiento; el primero la organización grupal, de esta nos dice que es para organizar los diferentes elementos que intervienen en el proceso del acto educativo; el segundo la instrumentación didáctica, a la cual me voy a referir; y el tercero la orientación personal, que tiene como fin lograr en el estudiante la organización y orientarlo de tal manera que sea capaz de realizar sus actos con congruencia.2
1 Villalobos Pérez-Cortés E., Didáctica integrativa y el proceso de aprendizaje, Cap. 4 pág. 48
2 Ibidem Cap. 5 pág. 53

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